Eduardo

Isabella está sentada en un taburete en la barra del bar, ha pedido un café mientras espera a Mario. A su lado se ha sentado un hombre de unos 70 años, lleva una gabardina puesta y un sombrero gris de cuadros. Éste también ha pedido un café, coge el azucarillo con sus manos temblorosas y remueve con la cuchara, levanta un poco la cabeza y se da cuenta de que Isabella lo está mirando, sonríe y da los buenos días Isabella devuelve la sonrisa.
Parece que no va a dejar de llover nunca... menuda semana llevamos- dice Eduardo.
Eso parece- dice Isabella, el tiempo está loco...
No eres del barrio, verdad?
No, vivo en Madrid, estoy esperando a un amigo pero se esta retrasando un poco y me he metido aquí a tomar un café...
Mi nieta también vive en Madrid
¿Así? Por dónde?

En ese momento Mario entra en el Bar.

-Isabella!!
- Cómo sabías que estaba aquí?? Llegas tarde.
- Supuse que te habrías metido en algún sitio....

Isabella sigue hablando con Mario mientras saca 2 euros para el café, los deja en la barra y sale con Mario sin dejar de discutir...

Eduardo la mira mientras sale del bar, saca un cuaderno y un lápiz, por unos instantes se queda quieto pensativo mientras mira como tiemblan sus manos.